El 30 de Junio fuimos de Badajoz a Madrid en avión, pues siempre que puedo intento evitar ir con el coche, no soporto los atascos de Madrid,
Después de pesar y pesar las maletas conseguimos no pasarnos de los 23 Kg, por lo que con toda la medicación y material que llevábamos, íbamos casi sin ropa.
Por la tarde tocó paseo por el centro, con nuestra habitual parada en la FNAC para comprar libros para el viaje y después quedamos con 2 compañeras que están rotando en Madrid para tomar unas cañitas. Como había huelga de metro, tuvimos que ir de taxi en taxi y menudas clavadas.
Nos quedamos en el hotel Mario Room Mate en Ópera, muy recomendable por su localización y amabilidad del personal. Cada habitación tiene un diseño diferente, aunque a nosotras que íbamos cargadas de maletas nos resultó un poco pequeña.
Al día siguiente paseito tranquilo por Madrid, pues el avión no salía hasta las 5 y después nos fuimos con tiempo al aeropuerto, por miedo a los atascos que había por la huelga y aprovechamos el tiempo haciendo unas compras en el aeropuerto. Tras una breve escala en Londres y 8 horas más de avión llegamos a Entebbe a las 7 de la mañana y allí estaba Katumba, nuestro conductor, esperándonos.
Después fuimos a recoger las llave de la casa en la que nos quedamos, que las tenía sister Gertruid en la residencia que tienen cerca de Entebbe. Tuvimos que esperar a que llegara y mientras tanto otra monja nos estuvo enseñando la imprenta que tienen allí, más antigua que la de Cuéntame, pero al parecer una de las más grandes del país.
En cuanto llegó Sister Gertruid, nos fuimos con ella a hacer las compras en el centro comercial Garden City y después nos tomamos la primera cerveza de Uganda, nos quedamos muy sorprendidas cuando la monja se pidió también una cerveza y nada menos que una Guiness.
Después nos fuimos a la casa a organizarlo todo, este año tenemos encargado nuevo, se llama Bob y la verdad es que es un tío superamable y que estuvo pendiente de nosotras en todo momento. Una vez organizamos todo nos fuimos al Hotel Serena a comer y pasar un rato relajado.
Por la noche fuimos primero a un bar que teníamos ganas de conocer, el "Kampala Latino Club" que habíamos descubierto en Españoles por el mundo. Queríamos ver que tal era el ambiente para ver allí el partido de España al día siguiente. Vimos el primer tiempo del partido de cuartos Urugay-Ghana y después nos fuimos al Hotel Sheraton a cenar y vimos allí el final del 2º tiempo, la prórroga y los penaltis, rodeadas completamente de Africanos animando a Ghana, nosotras eramos las únicas que íbamos con Urugay y yo no me atrevía a animar, pues la gente estaba pelín exaltada, ya que era el último equipo africano que quedaba en el mundial. Al final se fueron todos cabreados y nosotras contentas para casa y a descansar después de una larguísima jornada.
