domingo, 17 de enero de 2010

INDIA Y NEPAL . KATMANDÚ

Ya en la plaza Durbar vemos un conjunto arquitectónico impresionante, entre lo que destaca este templo que está construido con la madera de un solo árbol, ¡como sería el árbol!


Nos encontramos también con personajes peculiares, como este santón, que posó amablemente para la foto.


En esta foto esta chica está elaborando cestos de hojas para las ofrendas florales a los templos.


  
 
 



Entre templo y templo, estos dos conductores de Rickshaw se echan una plácida siesta.
 



Y esta es la casa de la diosa niña Kumari. Una niña que tiene que reunir una serie de requisitos para ser elegida diosa viviente, hasta que llega a la pubertad, y entonces le sucede otra niña.
 



Para acabar, aqui hay una vista aérea, desde una terraza, de un sector de la plaza, donde nos tomamos tranquilamente una cervecita y después de vuelta al hotel a comer y la tarde libre, para darnos una vuelta por Thamel y hacer unas compras.
 

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